
Recordaréis que mi tontita se compro un portátil nuevo porque, debido a su trabajo, no puede estar con un ordenador solo... Pués no hace demasiado, dos o tres semanas creo, se le rompió el grande por viejo y el nuevo por nuevo. Uno se murió con dos años y el otro con apenas dos meses. Pilló un cabreo... Además el pobre informático, que no entiendo como la aguanta, se había ido a Italia y como no lo localizaba a punto estuvo de empezar a tirarlo todo por la ventana.
Esos días me porté bien, no estaba el horno para bollos.
Como no podía trabajar, ni navegar por internet, ni jugar a marcianitos, ni marear en el blog se dedicó a poner orden y no dejó títere con cabeza en toda la casa. Tiró tantas cosas que pensé que lo próximo iban a ser mis siete sillones y mis cuarenta cojines... ¡Acogonadico me tenía la loca esta!
A los cuatro días apareció el informático, que fue recibido con unos morros de narices (ver foto de la derecha), y arregló este que va como una puñetera cafetera, del plano y nuevo no sé nada. La tontita se fue a El Corte Inglés y me temo se lo partió en la cabeza del vendedor, ya que aquí no queda ni la caja.
Ahora la oigo comentar que se va a comprar otro con no sé qué de siete. ¿Serán siete pantallas o siete ratones?... Veremos qué es, pero seguro que se le vuelve a escogorciar, con lo patosa que es con la informática... jejejeje
Bueno, me voy a descansar un rato, que estoy desacostumbrado a escribir en este cacharro.
Hasta otra.
DON GATO