Hola Guille, me tenías un poco preocupado. Le he preguntado muchas veces a mi tontita por ti, pero siempre me ha contestado lo mismo "Deja a Guille tranquilo que es más trasto que tu". Eso de trasto no lo entiendo ya que los trastos no se mueven y yo no paro quieto salvo cuando duermo, que últimamente, debo reconocerlo, es más de lo habitual en mi.
Pero volvamos al tema: Pensé que habrías abandonado esa casa donde no te dan lalitas ni potitos y encima te obligan a vivir con esa panda de descastados, salvo Felix y Nico, claro...
Me alegra que no ha sido así, nunca debes olvidar que la casa es tuya, y tu mami y tu papi son solo los que pagan la hipoteca, si el caso, nada más. ¿Vale?... Si a tus papis no les gusta algo, que se larguen ellos pero siempre dejando un buen fajo de billetes a la Merçé para que no os falte nada.
Deja las cosas bien claras que estos que se llaman a si mismos humanos, les patina el embrague cosa fina.
Lamentablemente en casa ya no tenemos cortinas ni del Ikea ni de ná, hace tiempo nos puso unas persianas de listones de madera que no nos sirven ni para hacernos las uñas, vamos una birria de cortinas que aún no hemos conseguido destozar, pero tranquilo, estamos en ello y juro por mis bigotes que lo conseguiremos.
Respecto a lo de "cosas delicadas" he llegado a un acuerdo con "El Corte Inglés", la tontita las compra, yo las rompo, Pepe mira, ella las vuelve a comprar y el Sr. Inglés ó el Sr. Corte, me envían mensualmente mi comisión en latitas; como la tontita dice que tenemos que ahorrar... que no está el horno para bollos... aunque a mi los bollos no me interesan para nada pero por si acaso... yo sigo rompiendo, no vaya a ser que me reduzca mis latitas diarias y así ya me las aseguro yo. Pepe opina igual pero como es "bueno" no rompe ná. ¡Menuda ayuda tengo, pero bien que se zampa las latas el contenaooo!!!!!!!
Por cierto, te recomiendo el jamón de jabugo. ¡Está delicioso!... El otro día mi tontita, que tengo al lado pensando en las musarañas, se colgó al teléfono dejando su bocata sobre la mesa, en cuanto lo ví, me acerqué silenciosamente... fui sacando el jamón con una uña, el pan lo dejé porque engorda, y me zampé hasta el último trocito. Cuando fue a recuperar su bocata... jajajajaja ¡Con que cara de tonta se quedó y lo bien que me quedé yo! Tengo que repetirlo.
Por cierto, no me queda claro: ¿Tus superpoderes no los puedo comprar aquí ó tengo que pedír al Sr. Inglés que me los importe?...
Bueno, Guille, tengo que dejarte, llega la hora de mi segunda siesta y no me gusta trasiestear. Hasta pronto.
DON GATO
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