Hola amigos felinos, acabo de enterarme que la que se cree mi amita (¡pobre ilusa!) ha tenido lo que ella define otro sobrinito.
Yo más bien diría otro discípulo de Chucky. Sí, esas cosas pequeñas que cuando empiezan a andar como nosotros, a cuatro patas, nos persiguen hasta debajo de la cama, nos cogen por la cola, nos retuercen las orejas y nos babéan de arriba a abajo.
Pues para curarme en salud le dedico esta nana, a ver si así se duerme o, lo que es mejor, martiriza el ordenador.
Me alegro por su mamá, su papá y su hermana, pero compadezco nuestros 9 compañeros que serán pasto de las trastadas del recién llegado.
¡Chicos, ponéros a cubierto, llega Gian Luca!
En caso extremo, encended el ordenador y ponerle esta canción.
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