Ultimamente estoy un poco trasto, lo reconozco, y el otro día lié otra de las mías que puso a mi tontita totalmente fuera de quicio. je, je, je.
Debido a un nuevo cambio de orden en los muebles del despacho, y con este ya van siete, la tele antigua -de esas gordas con culo- que aún queda en esa habitación, quedó al descubierto con el espacio suficiente para que yo saltase e intentase echar mi barriga al calor de las rejillas, como hacía antes de poner esas planas que no me sirven para nada.
Erré el tiro, me cargué la antena de cuernos, resbalé, me caí por el angulo posterior y me quedé encerrado en el "triangulo de las bermudas oficinístico" formado entre el mueble de la tele, la estantería lateral y la pared.
La tontita intervino de inmediato pero antes de que llegase a separar el mueble de la tele, yo salí en plan obus lanzando hacia adelante todas las cajas y libros que habían en el estante de abajo.
Resultado: un moretón muy chulo en la pierna de la tontita, una taza de los Beatles echa añicos, una pirámide de piedra "rara" rota, una bronca de mil narices y yo ni sin el mínimo rasguño. ¿Qué creía que soy tonto?...
Anda que si me cae la pirámide encima, me deja guapo y de un apañaoooo...
Tras la bronca, volvió a cambiar los muebles de sitio, pero ya he visto por donde puedo intentar subir de nuevo. Además aún me quedan 9 tazas de "los peludos no gatos" para romper y el lanzar todos los cacharros el estante hacia adelante me pareció una gran diversión. Voy a intentar hacerlo de fuera hacia dentro, pero me parece que eso va a ser un auténtico coñazo, además no le causaré ningún moretón y esto le resta mucha gracia a la gamberrada.
¡Con lo calentito que se dormía sobre las teles y los ordenadores antiguos!...
DON GATO
No hay comentarios:
Publicar un comentario