Llevaba tiempo enfermo, ayer se hundió del todo y no quise que sufriese más.
Mas de 15 años haciéndome reír y haciéndome rabiar, porque si algo tenía mi gato negro es que era un trasto de muchísimo cuidado. Zalamero, cariñoso, dictador, empecinado, impaciente y amante de inventarse nuevas trastadas -para él, juegos- cada día.
Ayer fue su peor día y también el mío, al menos con él a mi lado... Por la tarde, mientras hacíamos tiempo para ir al veterinario tuvimos tiempo de despedirnos. No sé que me decía con la mirada, pero quiero pensar que lo entendía y me agradecía lo que había decidido.
La ida fue mala, el regreso mucho peor. Vine llorando por toda la calle sin importarme lo que la gente pudiese pensar. Me había quedado sin mi querido gato negro y eso era lo único me me importaba.
Han pasado 12 horas desde que le di el último adios y la pena no se me va. Sé de que va el tema, ya lo pasé con Puck... La primera noche sin apenas dormir, luego aún viéndole en sus rincones favoritos o esperando verle llegar por el pasillo...
Te echo y te voy a echar mucho en falta "Don Gato", tú me enseñaste a entender y querer a los gatos, hasta diste de lado mis desmesurados sentimientos "perrunos"... Gracias "Gato papá" por estos años de cariño, broncas y compañía. No te olvidaré pero ahora debo centrarme en Pepe que no entiende nada y también está esperando verte aparecer por el pasillo, aunque no sea para jugar como habéis hecho durante años, al menos para verte y observarte como hacía estos últimos meses.
Si existiese un cielo para los gatos, pese a ser un buen trasto, tú estarías allí.
¡Hasta siempre! Te quiere un montón,
Dovel, "TU TONTITA"
2 comentarios:
Lo siento mucho Dovel. Me has tocado la fibra, lo reconozco.
UN BESAZO GORDO.
Muchas gracias Crac. ¡Eres un cielete!
No entendí por donde ibas. GRACIAS
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