¡Y como le gusta es el sol!... No desaprovecha ni un triste rayo, para ello va girando de sillón en sillón hasta su calefacción gratuíta desaparece por la izquierda, entonces se pone es su mantita y a roncar hasta las siete de la tarde. ¡Que bien vive mi pobre gato!
1 comentario:
Tu gato tiene cara de bueno y parece ser muy tranquilo. Yo tengo uno que no para de dar la bara. No se cansa nunca, ni cuando yo estoy agotada
Publicar un comentario