Doña Tuli lleva una semana enganchada a un juego bélico y Tulito, que es un pacifista de larga trayectoria, está hasta el gorro y cada vez que ve el ordenador libre, va y se echa encima. Claro que Baldwin también le ayuda sentándose en la silla hasta entonces ocupada. ¡Menuda pareja!
No hay comentarios:
Publicar un comentario