Desde que llegó esta caja de embalaje, Ninja ha descubierto su perfecto loft.
Su dueño, perdón inquilino, pensó que sería cosa de dos días, pero el tema ya dura una semana y Ninja sigue sin abandonar su nuevo habitáculo. Ni cestitos, ni cunas, ni camas... ¡caja y con sus ruidosos papeles siempre a mano!
Su dueño, perdón inquilino, pensó que sería cosa de dos días, pero el tema ya dura una semana y Ninja sigue sin abandonar su nuevo habitáculo. Ni cestitos, ni cunas, ni camas... ¡caja y con sus ruidosos papeles siempre a mano!
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