Ayer encontré en una carpeta rarísima estas fotos que nos hizo Tuli desde el Skype. Están borrosas, son una birria pero son el recuerdo de cuando Gato-papá estaba con Pepe y siempre encima mío.
¡Aquí no volverán a extraviarse!
¡Aquí no volverán a extraviarse!
De esas fotos han pasado 3 y medio; desde que Gato-papá tuvo que abandonarnos -un 24 de Agosto- han pasado dos; y como es lógico sigo acordándome de él y de sus trastadas y cariños.
Tenía las dos vertientes, dulce y cariñoso, a veces hasta empalagoso; y trasto, desobediente y pesado. ¡En medio de todo siempre tenía que estar él!
Todo lo contrario de Pepe que no molesta, no hace trastadas pero pasa de mí como del agua. ¡Ah! A Gato-papá el agua le gustaba, sobre todo la del bidet y la fregadera. Lo dicho, la noche y el día.
Tenía las dos vertientes, dulce y cariñoso, a veces hasta empalagoso; y trasto, desobediente y pesado. ¡En medio de todo siempre tenía que estar él!
Todo lo contrario de Pepe que no molesta, no hace trastadas pero pasa de mí como del agua. ¡Ah! A Gato-papá el agua le gustaba, sobre todo la del bidet y la fregadera. Lo dicho, la noche y el día.
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