Tulito sigue en su gran finca campestre pese a pasarse el día en la biblioteca, suponemos que leyendo la Enciclopedia Británica ya que solo abandona esa sala para, por la noche, irse a su dormitorio.
Titi, la amiga de las gallinas, se pasa el día de visita en el gallinero. No sabemos si es que le gustan sus plumas, su cacareo o sus huevos...
En contrapartida, una de las gallinas amigas, se desplaza cada mañana hasta la habitación donde duermen Titi y Tulito para devolver las múltiples visitas y, de paso, darles los buenos días...
Ahora decidme, ¿los sanos aires campestres vuelven majaras a los animales o no?...
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