Si en mi casa faltaba algún tipo de estatua, diosa, elefante, negrata o similar, ayer cubrí el cupo y ya no cabe uno más.
No sé qué clase de aire le dió a Pepe, pero "el chalado" se pasó media tarde sentado en mitad de la mesa del salón mirándome fijamente y casi sin pestañear, le llamaba diciéndole tonterías y él ni caso. No sé si me recriminaba algo, estaba enfadado porque no hacía sol o simplemente se hacía el interesante, pero decorativo quedaba un montón.
Hoy le he dicho que se pusiese de nuevo allí, que me gustaba el efecto óptico y automáticamente se ha echado en el cojín que tiene en el ventanal.
Estos gatos... ¡Siempre llevando la contraria!
No hay comentarios:
Publicar un comentario