Cuando nos disponemos a compartir nuestra vida con un gato, perdón a que EL comparta la suya con nosotros, debemos saber que estamos sujetos a SUS siguientes deberes y derechos.
DEBERES DEL GATO:
–Ronronear cuando le acaricias, aunque sólo te lo permita de vez en cuando.
–No arañar uno de tus muebles favoritos, el resto quedan contemplados en el apartado "Derechos".
–No destrozar una de tus plantas favoritas, el resto se contemplan en el apartado "Derechos".
–Hacer alguna payasada de vez en cuando para divertirte.
–Sacar el máximo jugo a todos los derechos.
–No arañar uno de tus muebles favoritos, el resto quedan contemplados en el apartado "Derechos".
–No destrozar una de tus plantas favoritas, el resto se contemplan en el apartado "Derechos".
–Hacer alguna payasada de vez en cuando para divertirte.
–Sacar el máximo jugo a todos los derechos.
DERECHOS DEL GATO:
–Dormir tantas horas como el cuerpo aguante en tu sillón favorito.
–No aceptar cremas, pastillas, jarabes, inyecciones, lociones, vendajes... ni tampoco baños, duchas, mangueras, etc...
–Mantener la política de puertas abiertas en toda la casa, para que EL pueda cruzarlas en el momento deseado, igual para entrar que para salir.
–Esconderse donde considere indicado, para, así, "atacarnos" mejor.
–Aprovechar el menor descuido para colarse en el interior de los armarios o cajones.
–Tumbarse encima del periódico o libro que estás leyendo, cubriéndo todo lo posible el área de lectura. O saltar y rasgarlo directamente.
–Esconder cualquier objeto apetecido, sea propio o ajeno.
–Saltar encima tuyo, de modo ostensible, cuando ya te has acostado, para recordarte que desde que EL llegó, tu cama no es tuya.
–Perseguir el cursor por la pantalla del ordenador cuando estás terminando un trabajo urgente. En caso necesario, saltar sobre el teclado y borrarte el trabajo urgente.
–Sentarse, o tumbarse, según le apetezca, sobre el teclado del ordenador.
–Maullar, gemir, llorar, gritar, en cualquier momento sin motivo (es muy divertido ver la desazón que nos produce).
–Tener siempre la caja sanitaria limpia, y a punto para ser usada.
–Tener siempre varias comidas sabrosas, apetitosas y frescas, donde elegir, y agua limpia siempre dispuestas.
–No aceptar cremas, pastillas, jarabes, inyecciones, lociones, vendajes... ni tampoco baños, duchas, mangueras, etc...
–Mantener la política de puertas abiertas en toda la casa, para que EL pueda cruzarlas en el momento deseado, igual para entrar que para salir.
–Esconderse donde considere indicado, para, así, "atacarnos" mejor.
–Aprovechar el menor descuido para colarse en el interior de los armarios o cajones.
–Tumbarse encima del periódico o libro que estás leyendo, cubriéndo todo lo posible el área de lectura. O saltar y rasgarlo directamente.
–Esconder cualquier objeto apetecido, sea propio o ajeno.
–Saltar encima tuyo, de modo ostensible, cuando ya te has acostado, para recordarte que desde que EL llegó, tu cama no es tuya.
–Perseguir el cursor por la pantalla del ordenador cuando estás terminando un trabajo urgente. En caso necesario, saltar sobre el teclado y borrarte el trabajo urgente.
–Sentarse, o tumbarse, según le apetezca, sobre el teclado del ordenador.
–Maullar, gemir, llorar, gritar, en cualquier momento sin motivo (es muy divertido ver la desazón que nos produce).
–Tener siempre la caja sanitaria limpia, y a punto para ser usada.
–Tener siempre varias comidas sabrosas, apetitosas y frescas, donde elegir, y agua limpia siempre dispuestas.
Si crees que no podrás cumplir estos requisitos, mejor no tengas un gato. Seréis más felices los dos.
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