Si vuestro gato siente añoranza de sus dos meses de vacaciones en el campo, rodeado de un gran césped con árboles, lagartijas y pajaritos, la solución es fácil:
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1- Hacer una foto panorámica de su lugar preferido. Imprimirla a pedacitos y "enganchipegarla" con cello.
2- Pegarla sobre un fondo rígido y colocarla frente al ventanal para que el sol "engañe" al gato.
3- Colocar delante de la foto un parterre suficientemente grande de césped natural, transportado desde el enclave rural, y... a esperar.
Resultado:
Tulito observó el montaje alucinado, horrorizado se dió de espaldas, y la familia de Doña Tuli -artífice del montaje - ha tomado cartas en el asunto y ha hecho que vuelva a medicarse, de nuevo. Doña Tuli, por supuesto; el gato "Tulito" está perfectamente bien y en su sano juicio.
1 comentario:
¡Estais chavetas!
Ja,ja,ja,ja,ja
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