Todos sabemos que donde esté un trozo de cuerda, una bolita de papel o un aro coletero no hay nada que los haga sombra.
Estos juguetes no son ni comparables ni tienen piés ni cabeza, pero aquí os los dejo.
Jugarán dos horas o dos días, luego volverán a jugar con lo que pillen por casa, tu te tropezarás veinte veces con ellos y finalmente irán a parara al container, pero hace tanta gracia comprárselos...
1 comentario:
Tienes razón, un día les compré un tubo con bolas, jugaron 10 minutos y al décimo tropezón lo metí en un altillo. Allí debe seguir.
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