MI PRIMER GATO

Esta noche he soñado con mi primer gato, Gato en la intimidad, Don Gato en este blog y Gato-papá cuando llegó Pepe y se convirtió en todo un "padrazo" para el recién salvado de la calle.
 

 

He soñado, o recordado, cuando Gato corría enloquecido por el pasillo de esta casa estirando un corcel al que estaba sujeto un dado de ropa. Cuanto más corría más le perseguía el dado y más se aceleraba el chalado hasta que, agotado, se estiraba en mitad del recibidor o del salón a resoplar como un búfalo.
 

También recuerdo que Pepe, aún muy joven, lo miraba desde una esquina con cara de decir "este gato está loco". Ni se acercaba, no fuese a ser arrollado por el tanque negro, hasta que no se tumbaba a descansar. Entonces, pasada la locura de las siete o de las once, se volvía a pegar a su "papi".

 

En agosto hará dos años que lo tuve que sacrificar, pero aún lo añoro y, lógicamente, me acuerdo mucho de él.