Eso es lo que me ha ocurrido esta mañana y el chorreo que me ha pegado ha sido de órdago. ¡Cuerno, ni que ella fuese de misa diaria, si no la pisó ni para casarse!...
Vamos a los hechos: me he levantado, me he acicalado (no como ella), he desayunado (no como ella) y me he puesto a ver las noticias gaturris que hay en internet. Los nuevos modelos de camas, las nuevas marcas de "potitos", los cepillos y tratamientos para que me brille el pelo, etc... y de golpe me he encontrado con estas páginas donde hay unas gatas... ¡Menudas gatas tan soberbias que diría Berlusconi!!!...
Estaba yo tan obnuvilado, embelesado, embobado y con la visión enturbiada observando semejantes bellezones... que no me he enterado de que la tenía detrás y... ¡La madre del gato gitano de Albacete la que me ha caído!... Que si cochino, que si guarro, que si salido... La tontita se ha desquitado a gusto y con la mala gaita que gasta ultimamente... Ahora estoy seguro de que no tiene novio, cosa que me preocupaba hace una semana pero fue, gracias a Dios, una falsa apreciación.
Me la he quedado mirando displicente y no me ha entrado un ataque de risa porque hubiese complicado las cosas, pero con la facha que llevaba, era para partirse el pecho. Os lo cuento para que os podáis reir también.
Pelo recogido de cualquier manera con una pinza verde fosforito (que deslumbra al más pintado), cara recién lavada (creo) sin ni pizca de crema ó maquilaje, algo... ¡más que horroroso! Su indumentaria dominical era, y es ya que no se ha cambiado, de rastrillo ó del zoco más cutre de allá de los moracos.
Como hoy hace calor, dice, ya ha dejado de lado esos chandals de alucine, y se ha puesto unos pantalones piratas de esos anchos que quedan por debajo de la rodilla y que le cuelgan por todas partes, una camiseta desteñida del siglo pasado y un chaleco naranja que no pega con nada. Como bronche ó remate a su disfraz y final de sus piernas, a las que luego les pegaré un viaje para que se entere de lo que vale un peine, lleva unas zapatillas, botines ó "cosa con vuelta hasta el tobillo" indescriptible y encima de color azulón, con lo que parece ya el auténtico arco iris. Vamos, si ha venido una vecina a pedirle no sé qué y se ha marchado sin nada y, encima, corriendo...
A mi me habrá pillado viendo guarrerías, como me ha dicho, pero ella va hecha una guarra. ¡Ala, a ver si vuelves a meterte conmigo! VENGANZA CUMPLIDA.
Ya me siento mejor, ahora me esconderé detrás el mueble del pasillo y cuando pase...¡zarpazo que te crió! A mi no se me insulta sin consecuencias.
DON GATO
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