Gracias a los dos por preocuparos por mi y desearme ser muy feliz en mi nueva casa.
Mi jefa o madre es la monda. Vosotros algo debéis saber, como todo el día están largando por teléfono las tres, seguro que algo habréis pillado.
Me tiene harto, llevo unos años de aquí para allá, la tía no para.
Total, yo vivía tan tranquilo con mi mama y su hija, que es la que me recogió en casa de una señora en no se que montaña. Todo iba estupendamente, yo hacía lo que quería y además iba aprendiendo juegos la mar de divertidos. Un día me inventé uno la mar de gracioso iba empujando con una de las patitas de delante todo lo que encontraba encima de las mesas hasta que se caían al suelo. Lo mejor era cuando lo que tiraba era de cristal, como vasos, copas, ceniceros y cosas así, probarlo es muy diver.. Cuando caen al suelo hacen un ruido tremendo y se rompen en mil trozos. Y como se pone la muy capulla, larga unos gritos que los del ático la deben oír, pero yo ni caso, antes de que me coja ya he dado la vuelta a la casa un par de veces. Y encima no veas lo patosa que es, le da a todo menos a mí.
Pero como siempre ha sido un poco locatis, siempre estaba contenta, salía mucho, o sea que no me molestaba. Seguro Tuli que te acuerdas que durante un tiempo tu mama y sus hijos vivieron con nosotros, nos lo pasábamos de coña, siempre habían risas y juerga. Don Gato tu mama también venía a veces a casa y me acuerdo que mi jefa siempre se reía muchísimo con ella y con la mama de Tuli ¡Que tiempos!
Bueno a lo nuestro, como os iba diciendo vivíamos divinamente. De golpe nos fuimos a otra casa con un señor muy grande que tenía dos hijas, entre todos éramos un montón de gente viviendo juntos. Esto duró un tiempo, luego la hija de mi jefa se fue a vivir con un chico muy simpático y de vez en cuando aun viene a verme. Un día pasó algo que debió ser algo gordo, porque mi jefa solo lloraba y pasaba de mí un montón. Durante un tiempo siempre estaba solo y de golpe al cabo de unos días ya solo vivíamos mi jefa y yo en la casa. Una delicia, duermo con ella, le puedo morder a mi gusto los pies, la voy empujando por la noche hasta que casi no le queda cama, bebo de su vaso de agua (cuando hago esto se cabrea un montón, porque le toca levantarse y volverse a poner agua ja ja ja) o se lo tiro al suelo, vamos que me lo paso pipa en su habitación y durmiendo en su cama.
La he oído hablar con vuestras madres, que no paran con el teléfono, y me he enterado que volvemos a nuestra casa de antes. La verdad que estoy contento porque tiene una terraza que yo me lo pasaba chachi, mirando todo el día la calle y haciendo las mil y una por todas partes.
Ya os iré explicando como va, porque está de un histérico que mata. Todo son cajas y mas cajas, todo en desorden. Por lo que he oído en un par de semanas nos vamos finalmente a nuestra casa de siempre. Juhuuuuuuuuuuuuuuu
Ya os iré escribiendo y os explicaré mas juegos de estos que la ponen nerviosa
Muchos miaus miaus
GATO
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