Hace dos días que estoy medio muerto de miedo. El domingo, la que se hace pasar por mi mamá, va y se pone a hablar por teléfono con no se cual de sus cuñadas y le suelta: Bueno me lo traéis y lo tengo aquí una semanita a ver como se lleva con Tuli.
¡Pero si Tuli soy yo!!!
¿Quién viene aquí?
¿Qué semana?
¿Qué pasa?
Ni corto ni perezoso (bueno, eso si, perezoso y un poco dormido), decido levantar la oreja y enterarme de los detalles de la operación "MELOTRAES".
Entonces va la tía y llama a la Tontita y le cuenta que le van a traer un gatito pequeño, blanco y negro para que se quede aquí en casa.
¡Horreur!
¡Hay que ir a las armas!
¿Pero cómo?
Pues, piensa que te repiensa, se me ocurrió una idea genial.
Empecé a rascarme como un poseso, me restregué las orejas hasta que me salieron costritas y me arranqué el pelo haciendo círculos, como lo hacían los extraterrestres en la película Señales.
¡Funcionó!!!
Va la muy burra y llama corriendo por teléfono diciendo que tengo una infección en la piel y que normalmente es muy contagiosa,.
Resumiendo: AQUÍ NO ENTRA NADIE!!!!
Faltaría más.
El único inconveniente es que ahora me va a llevar al veterinario, Y me van a usar como a un conejillo de indias.
¿Nadie les ha dicho que soy un gato y no un conejo?
No os preocupéis amigos míos no me dejaré coger.
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