Vale DON GATO ya no la llamaré nunca mas JEFA. El problema es que no se bien bien como llamarla, tontita no la puedo llamar porque es como DON GATO llama a la suya, pero encima la mía no es tontita, es tontaza. Y no lo digo porque si, es que es verdad. Le hago lo que quiero y ella traga con todo. Creo que la voy a llamar la “LINCE” miauja miauja miauja
Bueno ya he conseguido un nombre que me gusta.
Sobre la terraza que quiere DON GATO que me monte la Lince, creo que no lo va ha hacer. No sabes que es catalana, y he oído a otros gatos decir que los catalanes son muy tacaños. La verdad es que no lo es, pero tan generosa como para montarme eso, creo que no. Pero me da igual, como hago lo que quiero uso toda la casa para subir y bajar, y si tengo suerte pues tiro de paso algo al suelo.
Hoy os voy a explicar otro juego muy divertido y que pone a la LINCE de un mal café que no os lo podéis ni imaginar.
Cuando está en la cama y veo que se va a levantar, corro todo lo que puedo para esconderme debajo de la cama. Ella tan tranquilita, pone los pies en el suelo, y aquí viene lo diver. Alargo una de las patas de delante y le pego un zarpazo y si me da tiempo dos, en los tobillos. A veces, si tengo suerte le hago un poco de sangre y todo. Encima como está ya la pobre como un poco agarrotada no me puede coger porque no cabe debajo de su cama y yo me quedo quieto pero muerto de risa hasta que se va al baño o a donde sea.
Y llevo haciendo esto años y años, y la muy lista no sabe como arreglarlo. Pues mira que es fácil. Coge las zapatillas se las pone antes de poner los pies en el suelo y ya está. A que es fácil la solución. Pues lleva 10 años y aun no se le ha ocurrido. Será gilis, lo veis que el nombre de Lince le va muy bien.
Bueno como veo que ya se ha metido en la cama y ha encendido la televisión, me voy a dormir con ella.
GATO
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