Igual que hay gatos que cuando viene alguien a casa huyen raudos a esconderse, Pepe por ejemplo; otros son los primeros en dar la bienvenida a quien sea.
Ese era el caso de mi querido gato negro -Don gato- y lo es también de Baldwin que se deshace en mimos con el recién llegado para reclamar su absoluta atención y sus mimos correspondientes. Baldwin, además de un tragón, es el cariño hecho gato.
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