Mirad como han crecido el gatito y la gatita que algún desalmado abandonó, metidos en una bolsa de plástico junto con sus otros tres hermanos que fallecieron la misma noche en que fueron encontrados. Repito: ¡Malditos salvajes! A vosotros os metería yo en una bolsa de plástico...
El blanco -el gatito- me tiene robado el corazón.
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