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jueves, 12 de enero de 2012

NINJA KAMIKACE

Con los gatos hay que tener cuarenta ojos y aún así te la acaban liando. Los "humanos" que disfrutamos de ellos, lo sabemos.

Hace un mes, Ninja trató de coser la boca a su dueño para que no le pegase más la bronca y en lugar de eso, se la tragó y tuvieron que ir de urgencias.

Aquí está el relato fotográfico, el traslado al veterinario, la radiografía con la fina aguja insertada y casi un mes arreándose golpetazos con la consabida y molesta campana protectora.

¡Eso si, guapo lo estaba un rato, con campana y todo!

1 comentario:

Maria dijo...

Pobre dueño y pobre gato, pero es que son tan liantes. Menos mal que lo pillasteis a tiempo