EL REY DE LA CASA

Siempre nos referimos a los gatos como "nuestra" mascota, pero yo no lo tengo tan claro. Decir que somos "sus dueños" se me hace muy extraño después de convivir con dos de estos animales tan especiales.

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La verdad es que simplemente compartimos techo con esta especie de "encantadores de serpientes", tan independientes, egocéntricos, orgullosos  y, a veces, puñeteros animalejos.
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Muchas veces he pensado, sobre todo mientras vivía "Don Gato", que era él quien compartía SU hogar conmigo. Durante 15 años dejó claro que se consideraba el dueño absoluto de la casa y que hacía lo que le venía en gana y cuando le dada la gana. En resumen que yo era SU chacha mimadora y Pepe SU juguete.

Dicen que ese comportamiento es típico de machos no castrados, pero yo acabé castrándolo -ya crecidito- y su comportamiento no cambió. Pepe no está castrado y nunca ha ido de "rey del mambo" de la casa, por lo tanto queda claro que eso lo llevan en los genes.

"Don Gato" era autoritario, dominante, bastante chuleta, acaparador, zalamero y muy cariñoso. Pepe es la tranquilidad, la bondad y la dulzura disfrazadas de gato, aunque mucho más seco en el trato.  Sin exigirlo, también es EL REY DE LA CASA, sobre todo desde que nos dejó el "dictador negro" al que tanto quisimos, seguimos recordando y sobre todo... ¡añorando!