MES DE CELEBRACION

Pronto hará 9 años que llegué a esta casa, si no recuerdo mal fue a finales de Junio de 2004, justo antes de las verbenas.
Tuli me rescató de dentro del guardabarros de un camión donde me había escondido, cuando me tiraron en mitad de la calle, y tres horas mas tarde llegué a mi nueva casa. Tenía un mes y poquito... ¡que salvajes!... Bueno, mejor no lo pienso...

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De entrada, me acomodaron en el cuarto de baño, por miedo a que aquel gato grande negro no me aceptase y pudiese hacerme daño, pero al segundo o tercer día me aceptó, no sin antes pegarme unos cuantos bufidos, y ya no dejó de vigilarme, mimarme y cuidarme hasta que se fue el pasado 24 de Agosto. 

El día que "Don Gato" me tomó bajo su protección, ya dormí en la cama grande y no volví a entrar, jamás, en el cuarto de baño. ¡Que ilusión me hizo! Si hasta "la tontita" me tuvo que ayudar a subir... ¡Que tiempos aquellos de bebé gato!...

Por aquellas épocas, yo pasaba de los humanos, con "mi gato papá" tenía suficiente, pero desde que me quedé solo, he tenido que echar mano de "la tontita" a la que le pego unos disertaciones filosóficogaturras que me divierten un montón y me hacen sentir felinamente bien, aunque a veces echo en falta a "gato papá". ¡Fueron 8 años juntos! Casi nada... Pese a eso, vivo muy bien, más tranquilo, más aburrido -como a mi me gusta- y, cuando yo quiero, soy el centro de atención. 
Tengo mil salsas de potitos, mis tres clases de pienso, mi arena de cristalitos y un montón de sillones y camas para llenarlas de pelos; vamos, que vivo casi como un marajá.
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PEPE