¡Toda una delicia! Lo reconozco, salvo... cuando se echan en tu almohada y te tiran del pelo, se tumban en tu barriga o se acomodan sobre tu hombro cuando duermes de lado. Al lado, sin molestar o acurrucado en tu regazo... ¿eso?... ¡solo en escasas ocasiones!
Son gatos y ellos siempre hacen justo lo contrario de lo que esperas o deseas, por eso los adoramos.
1 comentario:
La de la foto de arriba bien podría ser yo. Ja,ja,ja,ja
Por cierto, muchas veces no comento nada, pero te sigo. Me he hecho miauadicta a este blog.
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