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lunes, 16 de julio de 2012

CURIOSIDADES FELINAS II

No sabía yo que para que un gato se ponga histérico, de mal humor y huya despavorido es suficiente darles a oler vinagre o un pedazo de cebolla. ¡Lo detestan! Si lo llego a saber cuando "Gato" me hacía 1001 trastadas...
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Lo que sí comprobé es que cuando me daba por comer una mandarina, por ejemplo, él venía a oler -como siempre-, estornudaba y se largaba zumbando.

A los queridos "propietarios" de nuestra casa", los gatos, también les molestan los sonidos graves, ya que los consideran como agresivos o como señales de peligro. Ellos prefieren los sonidos agudos, que les resultan más amistosos.
Ahora entiendo que mis enfados con voz de pito sonasen como música celestial en los oídos de Don "trasto" Gato. ¡Que cosas descubre una!...

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