Este es Nikkei, un gato japonés vago, pero vago donde los haya. Desde pequeño convive con una tortuga que ha tomado como amiga y transporte personal; el medio es puntual, no falla nunca, pero muy lenta y Nikkei está estudiando nuevas formas de transporte. Se ha hecho mayor y necesita un poco más de velocidad, ya se sabe aquello de "a la vejez, viruelas". Se admiten sugerencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario