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martes, 21 de abril de 2009

¡MI SECRE SE HA PUESTO POR FIN A TRABAJAR!

Querido amigo Don Gato, aunque bien podrías pensar que vaya amigo soy: me das la bienvenida en tu blog y yo no doy señales de vida!!!, pero caro amico (es que en casa a veces nos cae alguna palabra en italiano y algo queda), si en Semana Santa tú has tenido a tu tontita mareándote en casa, mi mamá y mecanógrafa, que es lo que en este caso nos interesa, decidió irse de viaje con el Señor, dejándonos solos en casa (bueno, para ser justo tampoco tendría que dramatizar en exceso, porque se ponen de acuerdo con Merce para que nos venga a ver cada día a solventar las cuestiones de primera necesidad y a hacernos compañía un rato) y a mí sin poder estar al día de nuestro blog.
Pero, bueno, hoy he conseguido que mamá pare un poco y se siente a leerme todo lo que me he perdido y teclee lo que ahora le estoy dictando.
Ante todo, my friend (en casa no hablan inglés, pero uno está muy puesto y es un gato de mundo), muchas gracias por tu panegírico de recibimiento, aunque lamento tener que aclararte que lo de mis superpoderes es algo innato. Se trata de un fenómeno que me arrebata normalmente dos veces al día, si no alguna más, coincidiendo más o menos con el mediodía y el anochecer, por el que empiezo a sentir como mis orejas retroceden, mis pupilas se dilatan, me desplazo como un relámpago trepando por el mobiliario y persigo a cualquiera de mis colegas que se me cruce por delante, aunque en esos momentos tengo predilección por los que no son de nuestra casta, pues, como bien intuyes, salvo nuestros compadres cromáticos Nico y Félix, tengo que compartir espacio con un rubio tipo "Desayuno con diamantes" que se cuida muy mucho de no salir de casa cuando llueve, como hace el de la peli; la enana atrigrada que cuando llegó a casa sólo era ojos y ahora ha crecido pero tampoco mucho; un gris y blanco que, enigmáticamente para mí, suele tener mucho éxito, pero que como mamá lo crió a biberón ha decidido no crecer y seguir arropándose en el cuello de mamá como si todavía tuviera dos meses; y un gato pera rubio y blanco que es el peor de todos, no sabe estar solo, así que o se pega a nosotros para dormir o les pide a mamá y al Señor ir a la cama o, si se aburre, no deja que duerma nadie más.
También quería felicitarte por todos los nuevos negricoleguis que has conseguido para la galería de imágenes, aunque ya me contarás qué haces para resolver lo del infiltrado de Santander.
Un saludo para ti y para todos
Guille
P.D. En casa tenemos difícil lo de comer latitas (aunque como yo soy muy llorón en cuanto oigo las tijeras en la cocina, últimamente me pongo morado de recortes), pero sí hemos conseguido hacer entender a mami y al Señor que es del todo inútil que compren objetos de decoración o plantas que queden a nuestro alcance. Con todos mis respetos, ¿qué hace tu tontita dejando juguetes rompibles a vuestra merced? A estas alturas ya tiene que conocer los riesgos de la aventura tan maravillosa que es vivir con gatos. ¡Ah! Y las cortinas de Ikea, of course.

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